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LOS DEPORTES

 

Pese a las escasas referencias acerca de los orígenes del deporte femenino español, el profundo vaciado de las fototecas y hemerotecas nacionales nos revela una presencia de la mujer atleta muy por encima de las expectativas iniciales, quizás por el olvido histórico característico de las dictaduras o quizás por la escasa importancia que se le ha dado a las ciencias del deporte a lo largo del siglo pasado. Sin olvidarnos del eje, la figura femenina, gran damnificada de los estudios históricos, cuya memoria se ha salvado gracias a los escasos autores que han centrado en ellas sus trabajos.

 

En la obra se muestran todos y cada uno de los deportes que fueron practicados por mujeres y fueron visibilizados por la prensa a partir de ese momento. Entre otros, ajedrez, atletismo, baloncesto, balonmano, billar, boxeo, ciclismo, cricket, esgrima, esquí, frontenis, futbol carreras con galgos, gimnasia, golf, hipica, hockey, hockey sobre patines, deportes populares vascos, lucha grecorromana, motociclismo, natación, patinaje, pesca, ping pong, piragüismo, polo, remo, montañismo, tenis, tiro, vela y waterpolo.

LOS CLUBES DEPORTIVOS

 

Los clubes deportivos, con sus secciones femeninas, florecieron especialmente durante la segunda República y en sus momentos previos. Años antes, se habían constituido los primeros clubes, fundados en las grandes ciudades, especialmente en Madrid y Barcelona. El Club Excursionista de Catalunya (1876), el Polo Jockey Club de Barcelona (1895), el Club Puerta de Hierro (1904) o el Club Alpino Español (1908) son algunos de los ejemplos de estas primeras formaciones.

 

Estos clubes pronto abrieron sus puertas a las mujeres burguesas de la época, facilitando su acceso a las prácticas de esquí y tenis, realizándose incluso varios torneos oficiosos, como los concursos de esquí de Luges en 1909 y 1910 o el Concurso Internacional de tenis de Barcelona.

 

Durante estos primeros años del deporte moderno la aristocracia femenina también practicaba las modalidades de tiro, patinaje, equitación, golf y natación, siguiendo los aires higienistas de la época y alejándose de aquellos deportes que podían amenazar su feminidad. En cuanto a las competiciones deportivas de la nieve madrileña debemos destacar la labor del Club Alpino Español, quien contaba con más de mil socios en 1923.

 

El deporte femenino creció y se extendió paralelamente a las conquistas sociales. Estas deportistas fueron ampliando su campo de acción, accediendo a especialidades deportivas hasta ese momento reservadas al hombre, como por ejemplo el fútbol o el cross. Asimismo nacieron nuevos clubes deportivos y asociaciones femeninas numerosas, entre otras el Club Femení de Barcelona y las tres madrileñas, Legionarias del Deporte y la Salud, Sociedad Femenina de Atletismo o Club Femenino de Deportes. Además, en los clubes deportivos no fueron pocas las incorporaciones de las mujeres, en su mayoría afamadas deportistas, a las juntas directivas de los mismos en calidad de vocales para encauzar los deportes femeninos de la entidad así como para gestionar los asuntos sociales. Hay que tener en cuenta que la mayoría de los clubes surgían como asociaciones polideportivas agrupando a un gran número de especialidades deportivas, por eso los dos principales clubes del país, Real Madrid y Fútbol Club Barcelona, nombraron a mujeres para esos cargos.

 

Por otro lado, en las primeras décadas de siglo ser estudiante ya era un grado diferencial, por ello hay que tener en cuenta la importante labor de la F.U.E. y de la Residencia de Señoritas de Madrid, que además de promover excursiones por la montaña se encargó de promover la práctica de nuevos deportes como el hockey o el baloncesto gracias a los intercambios realizados con diversos colleges ingleses y americanos.

 

Además existieron otros cientos de equipos o secciones femeninas, detacando entre otros Athletic de Madrid, Canoe, Barcelona Natación Club, Sociedad Peñalara o los gallegos Club de Campo de Vigo, Atlántida, Vértice, Ártabro, Villagarcía, Pontevedra, Ferrol, Hispania y Argos.

LAS DEPORTISTAS

 

Una de las principales características de las deportistas de los años treinta era su participación en numerosas y diferentes especialidades, compaginando disciplinas tan variadas como el tenis y el esquí o el atletismo y el hockey, lo que demuestra un gran espíritu deportivo entre aquellas mujeres. No obstante, también hay muchos casos de especialización deportiva basados en una sola disciplina, pues no en todas las ciudades o clubes había la posibilidad de potenciar todo tipo de deportes.

 

En la obra, exponemos las biografías de todas y cada una de las deportistas de la época estudiada. Deportistas como Aurora Villa, Margot Moles, Pepa Chavarri, Lilí Álvarez, Ernestina Maenza, Carmen Soriano, Marta González, Enriqueta Soriano, Mery Morros, Rosa Castelltort, Mercedes Castelltort, Ana Tugas, Ana María Martínez Sagi, María Aumacellas, Faustina Valladolid, Encarna Hernández, Lucinda Moles, Paquita Morales, Margarita de Miguel, Mary Bartolozzi, Maruca Allones, Lourdes Artime, Joaquina Andreu, Mary Bernet, Yolanda Chailly, Bella Dutton, Montserrat Guasch, María Luisa Hagmaier, Ivonne Lepage, Isabelita Martínez, Antoñita Palau, Manolita Pérez, Rosa Raventós, Clara Sancha, Carmina Sánchez, África García Solá, Clara Stauffer, Carmen Sugrañes, Gloria Tapias, Emilia Trepat, María Luisa Vigo, Pura Zapico o Mercedes Bassols son algunas de las miles de mujeres que se exponen en esta investigación.

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